domingo, 24 de enero de 2010
Una reflexión sobre la figura de Aznar
Mucho se ha hablado, se sigue hablando y se seguirá hablando sobre Aznar. Una parte de la izquierda jamás le perdonó que le mostrara el camino de la oposición. Todo el Gobierno de Zapatero es un ejercicio patético de aniquilación del legado de Aznar. En el fondo, hay latente en cierta izquierda la convicción de que el poder le pertenece por derecho propio en virtud de una supuesta superioridad moral. Y que llegara alguien que demostrara lo contrario y que defendiera con coraje y hasta obstinación la idea de libertad, la idea de España y la idea de convivencia, eso no se perdona. Unos han tratado de callarle. Otros directamente de aniquilarle. Pero nadie ha logrado silenciarle.
Aznar es un hombre de palabra y de principios que cogió un partido sin perspectivas de gobernar y lo refundó sobre unas bases tan sólidas como amplias y consiguió que ganara las Elecciones. No para alcanzar el poder por el poder, sino para cambiar la realidad (qué paradoja, eso que prometía la izquierda y que jamás cumplió, salvo si pensamos en cambiarla a peor). Es alguien que cogió un país en bancarrota económica y moral y lo puso al frente de las economías y las naciones mundiales. Es alguien que cogió a una ETA crecida y descontrolada y la puso de rodillas y contra la pared. Inciso: siempre he pensado que un año más de Aznar hubiera terminado defintivamente con ETA. Luego vino el dichoso proceso y ETA se rearmó, se reorganizó y volvió a los Ayuntamientos. Aznar es alguien que supo identificar los sentimientos y valores de la mayoría de los españoles y supo ofrecer un camino de esperanza para quienes apostamos por la libertad y por España, por la moderación y el diálogo, por la sociedad y la transparencia. Aznar podrá gustar o no, podrá caer simpático o no, pero ahí está su balance y es para estar orgulloso. No es lo mismo coger un paro del 22% y dejarlo en el 11% como Aznar que cogerlo en ese 11% y dejarlo otra vez por encima del 20% como Zapatero, que será muy simpático, pero es incapaz de gestionar ni de escuchar. Comparar a uno con el otro es imposible: Aznar actuaba por principios, Zapatero por conveniencia. Aznar tenía un programa, Zapatero improvisa. Aznar puso a España en el mundo, Zapatero nos ha sacado del mapa. Aznar redujo el paro a la mitad, Zapatero lo ha duplicado. Aznar nos dio una esperanza a los jóvenes, Zapatero está sepultando en el paro y la desesperación a toda una generación. Aznar jamás faltó a su palabra, Zapatero ha mentido y le da igual. Aznar trabajó por fortalecer la unidad y la solidaridad de España, Zapatero está pulverizando una y otra. En definitiva, es mucho lo que debemos a Aznar. Ya veremos cómo explica Zapatero su balance.
Pero la figura de Aznar se explica por sí misma. Y es la coherencia la que explica su relieve. Aznar mantenía sus ideas aunque le costara caro. Y mantenía las mismas ideas para toda España, aunque electoralmente fuera pernicioso en un momento dado o en una región en concreto. El interés general por encima del interés partidista. Creo sinceramente que Aznar hizo un gran trabajo. Y creo que con el tiempo se le sabrá reconocer, aunque el PSOE dedique el 75% de sus energías en desdibujarlo. El otro 25% lo dedica a encubrir el monumental fracaso que ya claramente es el legado del nuevo socialismo, que se ha revelado peor que en viejo, porque este es además de inoperante, descreído y vacío.
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Querido David,
ResponderEliminarVolvemos a estar de acuerdo.
España necesita urgentemente otro gobierno como el de presidente Aznar, que sea capaz de afrontar los problemas con decisión y saque a España del lugar donde la han llevado los socialistas.
Espero y deseo que pronto tengamos el Gobierno que España merece; de momento a los madrileños nos queda el consuelo de tener un gobierno ejemplar en la Comunidad de Madrid...ya podría ser éste el Gobierno de España...
Un abrazo,
Rafa Mancheño.
Aznar ha sido el mejor Presidente del Gobierno que ha tenido España. Como bien dice usted, todo lo que hizo, que fue mucho y bueno, lo ha arrasado ZP. Es muy fácil destruir, pero lo que hizo Aznar, recoger un país arruinado económica, moralmente, con una corrupción gubernamental propia de un país tercermundista, y colocarlo en lo más alto, eso sólo está al alcance de un gran estadista.
ResponderEliminarUn tanto inocente este artículo no crees?
ResponderEliminarNo seré yo quien niegue la falta de firmeza del actual gobierno, por supuesto, y en ocasiones la sensación de falta de rigor que denotan.
En cuanto a la figura de Aznar, ¿Es ese el referente que la joven derecha española desea seguir?, aunque por supuesto es una apreciación personal dudo de los principios del ex presidente Aznar, no de que los tenga, sino de cuales son. Cierto es que la reducción del déficit que consiguió el gobierno que presidió el señor Aznar nos colocó en el entorno europeo, pero ¿a costa de qué?, y dado el tipo de economía en el que ya se basaba España ¿qué consecuencias a la larga habría de tener? Eso es un ejemplo de los puntos que hay que tener en cuenta cuando se alude a una actuación como a la que has hecho referencia, eso es lo que se llama analizar una situación. Yo personalmente prefiero el análisis, aunque esté o no de acuerdo por supuesto, a los símiles facilones, que viniendo de una persona implicada como usted pueden resultar ofensivos.
En cuanto al combate frente a ETA, ¿no le parece un tanto pretenciosa esa conclusión tuya? Medir las palabras es importante en temas tan delicados.
En cuanto a la intervención de Rafael Mancheño, sinceramente espero que este deseo suyo no llegue a fin, pues precisamente el gobierno de Madrid no parece un referente de profesionalidad precisamente, ni tan siquiera en sus formas. Pero al margen de esto aún estoy esperando una plan de reordenación en esta Ciudad, la sostenibilidad de nuestra sociedad se basa en un 50% en la gestión de la Comunidad y de los Ayuntamientos. Se que este enorme déficit viene de atrás, pero el gobierno lleva en manos del Partido Popular los suficientes años para abordar algo tan importante que afecta a tantos planos de nuestra sociedad.
Un saludo.
Jorge.
Querido Jorge: Te contesto a las distintas apreciaciones.
ResponderEliminar-Respecto a si Aznar puede ser modelo para los jóvenes políticos, sí, rotundamente sí.
-Respecto a qué precio se redujo el déficit, en mi opinión al precio de reducir y racionalizar el gasto público, sin subir los impuestos, sino bajándolos, y sin destruir empleo, sino creando 5 millones de empleos. Además se saneó la Seguridad Social, se reforzó la política social y se eliminaron los contratos basura que había creado el PSOE. Yo no veo un coste social, si es lo que quieres decir.
-Y sobre lo de ETA, queda expresado como una opinión personal. No hago dogma de fe de ello. Y el hecho es que ETA estaba acorralada, asfixiada económicamente, perseguida policialmente, judicialmente, políticamente. Lástima que luego le dieran ese balón de oxígeno.
Hola de nuevo David,
ResponderEliminarVeo que en cuanto al modelo de lo que personaliza el expresidente Aznar no vamos a llegar a un acuerdo. Pero, a raíz de esta figura de la que hablamos, me interesa saber tu opinión acerca del exceso de personalizar el partido en una persona, como todos vemos cada día sobre todo en grado sumo en el caso del actual presidente del gobierno y del presidente del Partido popular. Pienso que en más ocasiones de las que se debiera, este uso se utiliza con malas intenciones o al menos con una falta de educación muy inapropiada.
En cuanto a la reducción del gasto público desde luego es vital en una situación como la que nos encontramos, y aún está por ver el partido que propone una reforma laboral SINCERA, que como no puede ser de otra manera, debería comenzar por el ejemplo reformando algunos privilegios del ejecutivo, de los parlamentarios, congreso, asambleas, etc (como pudiera ser la imposibilidad de cobrar dobles sueldos de la administración, revisión de las condiciones de jubilación,...), antes que la congelación de los sueldos del funcionariado de "a pie" (por decirlo de una manera).
Aunque es inevitable pensar porqué estas reformas sólo se abordan desde la esfera política cuando hay una mala situación, esto nunca lleva a una buena conclusión.
Respecto a lo de los contratos basura, aún no me explico como un partido socialista como el que gobernaba, permitió eso sin un mecanismo de control. Pero dudo que se haya hecho un intento sincero por parte de nadie de solucionar este tema, y la prueba está en el panorama del empleo actual.
En cuanto a lo de la reducción de déficit, ¿Cómo puede ser que con una simple reducción del gasto público, por buena que sea, y bajando los impuestos se consiguiera bajar el déficit de esa manera, me falta algo en la ecuación? ¿No han de ser variables de la misma, las ayudas comunitarias de esta época o la privatización de las grandes empresas estatales? Aunque pienso que no sólo estas jugaron un papel en las cuentas (y nada pequeño por cierto), sino que también jugó un papel importante una reducción drástica la llamada I+D y una reducción en los gastos sociales ¿no?
Además creo que o bien se sembró o bien no se hizo nada por evitar (posterior mente tampoco, por supuesto) las inestables bases de crecimiento económico español, que cuando ha llegado lo que debía de llegar se han puesto de manifiesto.
En cuanto al tema del terrorismo de ETA, al igual que en el anterior no veo ninguna tacha en ese sentido con el gobierno actual, ¿a qué balón de oxígeno te refieres?
Un saludo.
Jorge.