viernes, 19 de agosto de 2011

Una cosa es la consigna oficial y otra la conducta real

Aunque por un motivo puramente electoral el PSOE parece haber dado orden de no criticar la JMJ, luego está una parte de la militancia socialista que no logra reprimir su intolerancia hacia los participantes en este evento. Basta con entrar en Twitter, buscar "cristofrikis" que es una forma muy respetuosa de tratar las creencias ajenas, y salen muchos mensajes de personas diciendo auténticas barbaridades contra los creyentes. Lo peor viene ahora: en un sencillo ejercicio de prospección sociológica, o mejor dicho, de mero curioseo, uno entra en esos perfiles y entonces empiezan a salir socialistas así declarados, con mayor o menor responsabilidad en sus respectivas agrupaciones. En las entradas precedentes tenéis algunos ejemplos, pero os invito a hacer vosotros mismos el ejercicio. ¡Por cierto! señores socialistas: no vale ir ahora rápidamente a maquillar vuestra militancia en dichos perfiles. Creo que el Psoe debería hacer algo al respecto, no puede ser que un gran partido tenga entre sus miembros a personas que insultan a los demás por sus creencias, eso ni es tolerancia, ni es democracia, ni es constitucional ni tiene nada de progresista. Uno de ellos, por cierto, es autor de un blog (Madrid progresista) que ha pasado de hacer la ceja con gran disposición a aplaudir a Rubalcaba y entregarse con entusiasmo a su candidatura. Alguien debería explicarle que la tolerancia es de dos direcciones, no vale privar a los demás de su derecho a ser respetados independientemente de sus creencias o ideas, que es lo mínimo en un demócrata.

8 comentarios:

  1. Basta con entrar en Twitter, buscar "perroflautas" que es una forma muy respetuosa de tratar a personas de este país, y salen muchos mensajes de personas diciendo auténticas barbaridades contra dicho ciudadanos.

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  2. Mas del 50% de los españoles se consideran cristianos aunque la mayoría solo vayan a la iglesia a bodas y entierros.
    Creo que tienen perfecto derecho a recibir al papa y asistir a las concentraciones con respeto y educación como lo están haciendo, sin entrar al trapo por los insultos de unos cuantos indeseables.
    Nadie es obligado a asistir al evento, ni siquiera a verlo por televisión.
    Tengo claro que la izquierda se cree dueña de la calle y lo mas preocupante es que también se han adueñado de las redes sociales donde profieren todo tipo de insultos.
    Algo falla en nuestra sociedad.
    Saludos David.

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  3. Como bien dices "Alguien debería explicarle que la tolerancia es de dos direcciones"

    Pero me temo que eso no entra dentro de su idea de democracia, respeto y tolerancia.
    Es más usan estos conceptos como arma arrojadiza con total impunidad y creyéndose con todo tipo de derechos sin que nadie les replique, sean ingenieros o con la titulación que sea, saben hacer bien su trabajo de zapa.
    Es cierto que energúmenos los hay en todos los sitios y no son mejores unos que otros pero hoy por hoy la gente ya no calla y se defiende de igual manera y de distintas formas, pero somos mayoría los que sabemos lo que es el respeto y la tolerancia, tanto de un lado como de otro.

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  4. Auténticos valores llevados a la práctica es lo que necesitamos todos. Alguien ha dicho que el mal triunfa cuando los que sirven (o dicen servir) al Bien o no hacen nada o se quedan en casa como cobardes conejos.

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  6. Se han centrado estos días de estancia de Benedicto XVI los críticos de la visita en el asunto del dinero, en la queja de que se haya pagado con dinero público, que le llaman, con la correspondiente negativa, debida y puntualmente recogida por los medios, de autoridades por doquier: civiles —ministros incluidos—, eclesiales y militares, de que haya sido así, con juego de conceptos incluido, como, por ejemplo, el de la ínclita concejal del Ayuntamiento madrileño doña Ana Botella, quien aseguró que los fastos —lo de los "fastos", claro, no lo dijo ella, lo digo yo— no había tenido coste monetario ninguno (cursiva mía). Todo esto, el que no haya costado ni un céntimo al erario público, no hay dios que se lo crea, y nunca mejor dicho. Adornarán como quieran, manipularán los conceptos, las palabras y las cifras como les dé la gana para no pasar por mentirosos, pero que todo esto, de una forma o de otra nos ha costado a todos una pasta… no creo que pueda haber dudas. Ahora bien, el coste de la función circense ratzigeriana sería sólo un añadido de lo que anualmente el estado le da a la iglesia a través de los presupuestos.

    Pero, siendo la cuestión del gasto pagado con dinero público escandalosa —además de otros escándalos colaterales como el de la pleitesía rendida al Sumo Pontífice (¡!) por las autoridades gubernamentales y similares; o como el de la represión policial, franquista, contra manifestantes antiPapa; o como el de la ocupación y trastorno de una ciudad sólo porque el circo de estética filofascista de los peregrinos (de lujo) ha llegado a ella; o como la vergonzosa, por extensa y exhaustiva, cobertura del evento por parte de la televisión nacional; y en fin, de alguno más que es muy probable que se me olvide. Siendo, como decía, escandalosa la cuestión dineraria, lo más escandaloso, sobre todo para un cristiano, pero que, sin embargo, más desapercibido ha pasado, ha sido la necesidad publicitaria de su fe que muestra la iglesia con estos circos propagandísiticos. Debería bastarles la fe en la verdad de lo que predican. Pero no, necesitan de la propaganda ahora más que nunca que se les van vaciando los templos y, sobre todo, los seminarios. Ahora que pasaron los tiempos de la imposición de la fe a sangre y fuego, y que tampoco les basta con influir en la fuerza constrictiva de las leyes que pretenden a su favor y con sus criterios, ahora tienen que recurrir al más puro ejercicio de mercaderes por medio de espectáculos publicitarios como el que ya termina, necesidad de espectáculos que ya vió venir Wojtyla, y que el actual sedicente sucesor de Pedro ha continuado. Y lo peor de este ejercicio de mercadería como necesidad de la fe católica es que ha quedado oculto por la polémica a que hacía referencia al principio, el del coste de la monada de las juventudes ratzingerianas. Ha debido Ratzinger felicitarse y regocijarse interiormente porque el escándalo de la necesidad de propaganda quedara oculto por el escándalo del dinero. En fin, ¡pobre iglesia!, tan necesitada de espectáculos de masas para mantener su fe.

    P. S. ¡Dios qué empacho de papa! Desde donde vivo, debe de haber por lo menos cuatro kms. hasta Cuatro Vientos, se oye muchos ratos, desde más o menos las ocho y media, supongo que según la dirección del viento, la función, o su ensayo no sé, de hoy, además de los vigilantes helicópteros que pasan de vez en cuando. Y todo esta matraca papal para que le salgan una docena de vocaciones, una mínima parte de países europeos, y unos cuantos fieles se tomen en serio la confesión. Repito: ¡Pobre iglesia, lo que tiene que hacer para conservar el rebaño!

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  7. Desde que el cristianismo existe, los que procesan esta religión han tenido que enfrentarse a todo tipo de vejaciones, insultos e injurias.
    Los fariseos fueron los primeros y seguimos viendo hoy en día a los mismos fariseos con distintas vestimentas y eslóganes, como dice el dicho, " mismos perros con distinto collar".

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  8. Los que les pasa es que les corroe la envidia. Mil peregrinos han sido mis vecinos estos días, pared con pared, y no han dado un ruido. No he visto ningún papel tirado por el suelo, pero he visto Rodilla y Telepizza a tope todos los días. Cada vez tengo más claro que si todo lo que ha dicho el Papa lo hubiera dicho otro, sería fantástico, pero como ha sido él, pues no gusta. Qué pena! Y, por cierto, lo que cada vez tengo más claro es que los socialistas son MALA GENTE, sencillamente.
    Saludos

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