sábado, 6 de marzo de 2010

Insolidaridad extrema

Hay una cosa que me parece indignante: la gente, o gentuza, que aparca en las plazas reservadas a discapacitados. Creo que no se puede ser más miserable. Si quienes hemos tenido la suerte de no tener ningún problema de este tipo nos pusiéramos en la piel un sólo día de quienes tienen que hacer un esfuerzo titánico para algo tan simple para cualquiera como ir a una entrevista, a buscar a los hijos al colegio o a visitar a un amigo, nos daríamos cuenta de lo que les cuesta. Por eso y porque creo que sería una medida bastante higiénica, yo creo que habría que retirar el carnet de conducir a quienes aparcaran en una plaza de discapacitado sin serlo. Primero un año. Y si reincidieran, definitivamente. Gentuza así es mejor que no ande por ahí conduciendo, porque igual que es capaz de esto, lo será de cualquier otra cosa. Gentuza así sobra en las calles. Bueno, y en cualquier sitio.

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