lunes, 31 de mayo de 2010

Vergüenza y rabia

He visto un vídeo que recoge el linchamiento de una pobre vaquilla por parte de unas decenas de mozos del pueblo de Alhaurín el Grande, un precioso municipio del Valle de Guadalhorce. El Ayuntamiento ha emitido un comunicado en el que niega que la vaquilla haya muerto por la acción de los mozos, y yo lo creo. Pero quiero decir que me parece repugnante, preocupante, inhumano, despreciable, el comportamiento de esas personas. Que un hombre sea tan miserable y tan cobarde de abusar de esa forma de un pobre animal por el hecho de estar acompañado en su fechoría de otras decenas de hombres serlo de una forma tan lamentable, es lo que me indigna y preocupa. ¿Qué puede esperarse de alguien que disfruta pinchando, golpeando, humillando, retorciendo el cuerpo de un pobre animal? ¿Qué clase de educación han recibido estas personas? ¿Qué sensibilidad demuestran tener? ¿Qué verán en sus ojos cuando se miren al espejo por las mañanas? Yo siento vergüenza y asco, pena y miedo, desprecio e indignación. Espero que se identifique a cada una de estas personas, porque el vídeo así lo permite, y paguen su acción repugnante. En otros pueblos torturan a un burro. En otros a una cabra. En otras a un pato. Me da igual: a todos ellos les muestro mi profundo desprecio porque al torturar de esa forma a un animal indefenso, demuestran valer mucho menos que él. Me gustaría saber qué clase de vida lleva alguien, qué triste concepto tiene de sí mismo, qué vacío debe de sentirse, qué embotada está su sensibilidad, para tener que torturar a un pobre animal. Espero que algún día estas personas sean conscientes para su vergüenza de lo asquerosa que fue su conducta.

1 comentario:

  1. Pues sí: esto es España. Creo que hasta que no respetemos a los animales como lo hacen en los países occidentales, España no será realmente un país culturalmente desarrollado. Es penoso cómo en numerosos pueblos de nuestra geografía tienen como diversión, durante sus fiestas, la tortura y muerte de animales. Eso no es tradición ni cultura. Un país que hace eso es un país atrasado y moralmente enfermo.

    ResponderEliminar