Blanco y en botella: Me limito a enumerar elementos y a hacerme preguntas:
-Acercamiento intensivo de presos sanguinarios,
-beneficios penitenciarios,
-opacidad en la información antiterrorista,
-consentimiento sospechoso de homenajes a etarras,
-permanencia de ETA en Ayuntamientos,
-declaraciones sospechosas como las del mediador internacional que comentaba la pasada semana,
-defensa de una nueva negociación nada menos que por parte del presidente del PSOE vasco...
¿Y si Mayor Oreja tenía razón? ¿Vuelve ZP a cabalgar sobre el tigre? ¿Pedirá perdón por mentir otra vez? ¿Pedirá perdón a Mayor Oreja por haberle linchado desde su Gobierno por insinuar esta posibilidad?
Tambien creo que algo se está moviendo, entre el gobierno, los pro-etarras y el nacionalismo.
ResponderEliminarPero quizás tenga algo que ver con un cambio de tactica con respecto al PNV, yo mas bien creo que el acercamiento va en ese sentido, quedan pocas semanas para la presentación de los presupuestos, y para mi, la apuesta va a ser PSOE PNV.
Cada vez está más claro que Mayor Oreja tenía razón. Otra vez.
ResponderEliminarYo añadiría entre los indicios las declaraciones de Rubalcaba indicando que "en Nanclares de Oca no hay presos de ETA" y que los terroristas habían pedido perdón a las víctimas (extremo desmentido por las propias víctimas).
Nuevamente Rubalcaba retorciendo la realidad como un cuadro de Picasso tratando de que se parezca a lo que necesita que se parezca. Batasuna/ETA quiere presentarse a las elecciones nuevamente, y harán lo imposible por conseguirlo: matar, extorsionar, fingir una tregua o incluso pedir perdón. Muerte, extorsión y mentiras.
Con los precedentes que tenemos desde hace tantos años, debemos escuchar a Mayor y debemos exigir a Zapatero una política contundente contra ETA. Trabajemos con él. Que no vuelva a la senda de la negociación. Que no vea en un falso abandono de las armas de ETA su excusa para terminar la legislatura como un héroe. Fundamentalmente porque no será verdad, él sabrá que no es verdad, pero intentará nuevamente engañar a los ciudadanos.