Hace unos meses parecía inimaginable que Zapatero volviera a las andadas. Pero alguien insinuó que podría ser, Jaime Mayor Oreja. La catarata de descalificaciones y críticas destempladas que le cayó encima fue de esas que sólo nuestros socialistas son capaces de desencadenar gracias a sus conocidas habilidades para el linchamiento personal, moral, político y mediático de quienes dicen cosas que no les gustan. Ver algunas: Alonso, De la Vega, Salgado...
Muchos preferimos pensar que se equivocaba, aunque nos extrañaba en alguien que normalmente acierta en estos asuntos. Tal vez por eso se le echaron a la yugular todos los socialistas y sus amigos. Y aún hoy seguimos prefiriendo pensar que se equivoca. Pero cuando vemos a algunos acercando a la Tigresa, no podemos evitar pensar que alguien vuelve a cabalgar sobre el tigre...
En aquel momento, repito, era inimaginable que ZP volviera a las andadas. Por eso llamó tanto la atención la advertencia de Jaime Mayor. La cuestión es, ¿es ahora tan inimaginable como entonces, o empezamos a imaginar escenerarios que adelantan unos con sus declaraciones y tal vez insinúan otros con sus acercamientos? No olvidemos que ZP ya mintió al negar que estuviera negociando con ETA después de los asesinatos etarras de Barajas y resultó que sí lo estaba haciendo, y él mismo lo reconoció.
Dice una portavoz socialista que "no hay contactos formales con la izquierda abertzale". ¿E informales?
Ojalá que no ocurra, pero si finalmente Mayor Oreja tenía razón, espero que todos esos que tanto le atacaron, tengan la decencia de pedirle perdón públicamente. Tal vez sea mucho pedir o mucho esperar.
Desde luego sería de esperar, que todas las sabandijas, a las órdenes de Zapatero, de la Vega y Alonso, pidiesen público perdón e hiciesen una pública manifestación de su equivocación.
ResponderEliminarHoy la prensa señala que un negociador sudafricano está teniendo contactos con la izquierda abertzale. Mayor Oreja no dice patrañas ni mentiras, ni se esconde, ni comenta asuntos sin fundamento. Se trato de constatar previo al atentado de Barajas, y el reconocimiento vino después.
Esperamos, por el bien de España y de nuestra democracia, que los cambios en la política antiterrorista se hagan públicos y con el apoyo de todos los partidos políticos. Esperamos, muchos, que no tengamos que acudir, de nuevo a un funeral, como el de entonces