viernes, 27 de julio de 2012

Transparencia contra la mentira: Algunos no entienden lo que es el servicio público

Hace unos meses fui elegido por unanimidad de los alcaldes madrileños (PP, PSOE e IU. UPyD no porque no tienen ningún alcalde) presidente de la Federación Madrileña de Municipios. 

Esta responsabilidad es, además de un honor, un trabajo que asumí con la ilusión que pongo en cada cosa que merece la pena, y representar y defender los intereses y derechos de los Ayuntamientos es algo que merece mucho la pena. Por supuesto, no cobre absolutamente nada por ello.

Como consecuencia de ese nombramiento, entré a representar a loa Ayuntamientos en dos Consejos muy importantes, el del Canal de Isabel II y el de Metro de Madrid. Ambos consejos conllevan trabajo y responsabilidades que asumo en cada decisión. En ninguno de ellos cobro tampoco ni un solo euro. 

Pues bien, hay un señor que ha ingresado en la política de la mano de UPyD (partido que respeto y en el que hay personas muy respetables), procedente del mundo de los negocios inmobiliarios, financieros, etcétera, el actual portavoz de esta formación en Alcorcón, con una más que fluida relación con los socialistas locales. 

Este señor, que cobra 72.000 euros y ha puesto su despacho de concejal en la sede de una de sus empresas dedicadas al préstamo o envío de dinero, se ha dedicado a decir, sabiendo que es mentira, que yo cobraba en esos Consejos. Este señor no entiende que hay políticos que trabajamos por compromiso público, un concepto que en su cabeza provoca confusión (¿Trabajar sin cobrar??? Sí, no todo es negocio y oportunismo en la vida, hay gente que trabaja por principios). 

Pues bien, frente a la mentira y a la indecencia, transparencia y servicio público. 

Aquí tiene este señor los tres certificados oficiales que acreditan que cobro 0 euros por esas responsabilidades. Por cierto, cuando se los han llevado en mano, no ha querido recibirlos, y cuando se le ha pedido que rectifique, tampoco ha tenido la humildad y la decencia de hacerlo. Ese es el nivel moral.


Pido encarecidamente que lo examinéis, porque no hay derecho a que se mienta de esta forma



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