Integridad

INTEGRIDAD

Jamás los demagogos encontraron un aliado más eficaz que el
relativismo, que ha socavado el valor de las palabras y el sentido
último de lo que es bueno y de lo que es malo, de lo que es justo y de
los que es injusto, de lo que es verdadero y de lo que es falso.
En este contexto, que alguien hable claro y llame a las cosas por su
nombre, denuncie lo que le parece injusto, actúe sin complejos y con
valentía, con coherencia y con rectitud, es obvio que no va a resultar
indiferente.
Y ese alguien ha sido, durante tres décadas, Esperanza Aguirre, cuya
voz fuerte y claro ha abierto debates, promovido reformas y reivindicado
valores con la fuerza de la integridad.
Esa palabra, integridad, es la que me viene a la mente mientras
escucho la renuncia de Esperanza Aguirre a la Presidencia de una
Comunidad de Madrid a la que ha servido en cuerpo y alma. Difícilmente
podremos agradecer los madrileños todo lo que Aguirre ha hecho por
nuestra región. Y, como Presidente de la Federación de Municipios,
quiero destacar muy especialmente su compromiso con el municipalismo.
No es extraño, la esencia del mundo local coincide con la forma de
entender la política de Esperanza Aguirre: la cercanía a las personas,
protagonistas de la vida pública.
Aunque Esperanza deje la primera línea política, su ejemplo político
queda ahí para siempre como referencia de integridad.

Artículo publicado en La Razón